Chistes cortos pero buenos 4
Los argentinos y dios.
Se encontraban dos argentinos discutiendo:
- Che te digo que yo soy el hijo de Dios!
- No, no, no, mira... El hijo de Dios soy yo.
- Pero... ¿cómo? ¿Vos estás loco? Si el hijo de Dios soy yo!
Y siguieron así por un buen rato hasta que pasó otro argentino,
al cual detuvieron y le preguntaron:
- Mira tenemos un dilema. Él dice que es el hijo de Dios, pero no.
Porque el hijo de Dios soy yo. ¿Vos qué decís?
A lo que el otro argentino respondió:
- Che... Pero no me jodas... ¡YO NO TENGO HIJOS!
- Che te digo que yo soy el hijo de Dios!
- No, no, no, mira... El hijo de Dios soy yo.
- Pero... ¿cómo? ¿Vos estás loco? Si el hijo de Dios soy yo!
Y siguieron así por un buen rato hasta que pasó otro argentino,
al cual detuvieron y le preguntaron:
- Mira tenemos un dilema. Él dice que es el hijo de Dios, pero no.
Porque el hijo de Dios soy yo. ¿Vos qué decís?
A lo que el otro argentino respondió:
- Che... Pero no me jodas... ¡YO NO TENGO HIJOS!
El hijo del argentino.
Un argentinito le dice a su padre:
- Papá, papá! cuando crezca quiero ser como vos!
El padre todo orgulloso le contesta:
- Y sí, no me sorprende... ¿pero por qué exactamente?
- ¡¡Para tener un hijo como yo!!
- Papá, papá! cuando crezca quiero ser como vos!
El padre todo orgulloso le contesta:
- Y sí, no me sorprende... ¿pero por qué exactamente?
- ¡¡Para tener un hijo como yo!!
La humanidad de dios.
Un argentino le dice a otro:
- Fíjate ché, cómo es cierto que Dios es muy humilde, según dicen las Escrituras.
- Mirá que nació en Belén pudiendo haberlo hecho en Buenos Aires.
- Fíjate ché, cómo es cierto que Dios es muy humilde, según dicen las Escrituras.
- Mirá que nació en Belén pudiendo haberlo hecho en Buenos Aires.